Si vamos a pasear por el campo, solo o en familia, respetemos el hogar de quienes viven allí.
Casos que me encuentro: el otro día, una familia decide salir a pasear por el monte público; éste es hogar de caballos, vacas, toros y animales salvajes. La mayoría de estos animales suelen temer al humano por el trato que han recibido a lo largo de toda su vida.
Puede que nos parezca tierno, bonito darles de comer o acercarnos a ellos para acariciarlos, pero no sabemos cómo pueden reaccionar ante nuestra presencia. Puede que por miedo intenten huir o se sientan amenazados y ataquen (si el miedo es muy grande muchos directamente pasan a la acción sin pensarlo, pues seguramente el nivel de maltrato que hayan sufrido es muy fuerte).

Puede que por un trozo de comida se nos echen encima o se peleen entre ello y nos llevemos un golpe por la pelea. Tampoco podemos dar de comer a la ligera, hay animales alérgicos a ciertos alimentos o presenten alguna sensibilidad a algún compuesto. No debemos alimentar animales que no conocemos (no hablamos de abandonos, en estos casos es mejor consultar con un profesional).

En cuanto a la familia, la niña se llevó una coz en la cara y fue trasladada a urgencias… No conocemos los hechos, pero lo más probable es que se hayan acercado más de la cuenta y hayan desatendido las señales que el caballo les enviaba.
Si nos encontramos con animales en libertad lo mejor es mantenernos en un espacio y distancia seguros donde ellos puedan hacer su vida tranquilamente sin sentirse invadidos, siempre dejando un camino para que puedan huir en caso lo sientan necesario, nunca los acorralaremos en espacios cerrados o estrechos.

Podemos simplemente sentarnos en una roca y contemplarlos a lo lejos viendo cómo hacen su vida, aprender de su comportamiento en manada y en familia…

La necesidad de tocar a un desconocido e invadir su hogar es totalmente humana… Ellos también son seres vivos que sienten, tienen su vida, su familia, sus historias, su día a día. Además, tienen unas normas muy claras en cuanto a respeto por su espacio personal y sus vidas…
¿Cómo te sentirías si unos extraños entraran a tu casa, con tu familia y decidieran “acariciarte” porque se sienten con derecho a tu cuerpo? Esto no es humanizar, esto es empatizar… Ellos también sienten.
Daniela Cerquetti